Por. Rubén Darío Hernández Cassiani[1]

INTRODUCCION

Este  ensayo resalta el pensamiento de un prolijo escritor caribeño como es Ramón Illán Bacca, invisibilizado por el torrente literario homogeneizante que impera en el sistema educativo y en los círculos académicos y literarios del país. Ramón Illán Bacca es oriundo de Santa  Marta-Magdalena- y su vida ha transcurrido entre la producción literaria, el derecho y el ejercicio docente en la Universidad del Norte y otras instituciones educativas de la región. Fue homenajeado recientemente por el parlamento internacional de escritores en su versión XIV, realizada en el mes de agosto de 2017 en Cartagena y  comprometida  precisamente con la reconstrucción de  la memoria literaria y cultural  del Caribe.

Las novelas de Ramón Illán Bacca, se inscriben en el género de novela histórica latinoamericana y se caracteriza según Grinberg(2000 ) citada por Otero(2003) por la implementación de técnicas narrativas experimentales e innovativas como los monólogos interiores, el dialogismo, la parodia, la multiplicidad de puntos de vista, la reflexión meta textual del proceso de la escritura y la intertextualidad[2] .

Su fecunda producción literaria comprenden obras como Deborah Kruel(1990),  Maracas en la opera(1999), Disfrázate como quieras (2002), La mujer del defenestrado (2008), y La mujer barbuda(2011), a los que  se adiciona cuentos intitulados: Marihuana para Goering (1981), Tres para una mesa (1991), Señora tentación (1994), El espía inglés (2001).

Por consiguiente, Illán Bacca, se suma a todo una pléyade de escritores caribeños que aportan su intelectualidad al fortalecimiento del tejido identitario cultural de la región Caribe, como gran espacio histórico cultural de las colombias diversas.

 

LA NARRATIVA DE RAMON ILLÁN BACCA Y SU COMPENETRACION CON EL CARIBE

Ramón Illán Bacca con su pluma recrea literariamente la identidad caribeña con un sentido profundamente humano y   un rigor que recrea literariamente lo histórico, político y  socio-cultural, como un todo  integrador de la basta geografía caribeña mareña referenciada en el eje Barranquilla- Cartagena- Santa Martha y Riohacha, como expresión de un mosaico variopinto  y en el cual el carnaval de Barranquilla y sus pletóricas comparsas definen el escenario natural caribeño.

Es un en escenario en donde lo cotidiano como manifestación de lo tradicional se conjuga con lo moderno, generando lo que los exponentes del proyecto decolonial Walter Mignolo, Enrique Dussel (2003) , denominan la otra  modernidad latinoamericana y caribeña. Es una tradición-modernidad que sin embargo,  no escapa de las prácticas de negación inferiorizante de los  ricos conocimientos  musicales clásicos y  dancísticos que él ilumina edénicamente al destacar los gustos  de la abuela Bratislava cuyos cantos no tenían nada que envidiar la voces europeas más reconocidas tal como lo expresa en las Maracas en la opera(1999: 10) al decir:

Un motivo para aumentar la tristeza es la maldita geografía, porque si hubiera nacido en Austria o Italia seria uno de los más cotizados cantantes de ópera que bajos no hay muchos.

La narrativa de Ramón Illán Bacca, con un sentido histórico-sociológico, antropológico y político, relata como el Caribe como espacio socio cultural, es testimonio de acontecimientos históricos relevantes en el ámbito universal y regional caribeño. Desde la invasión extranjera italiana neoconservadora o de corte garibaldista, hasta la injerencia nacista  ,  y previo  los acontecimientos políticos decimonónicos forjadores del ordenamiento republicado de corte nuñista, hasta los avatares de la guerra de los mil días, la separación de panamá y los inicios de la confrontación partidista en los tiempos de Rafael Uribe Uribe y la masacre de las bananeras en su conexión con el 9 de abril, la confrontación este-oeste y el papel del partido comunista  y la internacional, la toma del palacio de justicia por el M-19 y el papel de Jaime Bateman, la tragedia de armero en los años 80 marcan el rumbo de un mundo cultural en el que se entreteje lo mitológico, lo romántico- erótico y lo real cotidiano. Lo mitológico es una narración maravillosa en la obra La mujer barbuda (2011: 20):

Alguien propuso que para seguir conversando nos fuéramos a una tienda vecina que se llamaba Tomasita y El Caimán. Cuando pregunté por qué ese nombre, me explicaron atropelladamente la historia de un hombre que por ver a las mujeres desnudas cuando lavaban se tomó una pócima mágica y se convirtió en un hombre caimán.

Esta realidad mítica coexistía con una amplia vocación religiosa multisincretica ya que albergaba desde la santería, el catolicismo y otras evocaciones sacrosantas y escatológicas.

Lo romántico está presente en las estrofas poéticas que adornan muchas manifestaciones idílicas tales como las narradas en Disfrázate como quieras (2002:45):

“a Bruno Manos Albas, la sorpresa lo dejó mudo. ¿Marta Larissa y Agamenón? En qué momento la rica heredera había tenido relaciones con ese poeta existencialista, mal poeta, pero al parecer una simpática persona de quien recordaba aquellos versos:

Con tus ojos llenos de lágrimas,

                          Y tus zapatos llenos de pies

Estas escenas moldean permanentemente la cotidianidad caribeña y no son excepcionales, por el contrario son recurrentes porque responden a una lógica que no separa lo sagrado y lo profano; lo mítico y lo histórico se imbrican y yuxtaponen en todas las esferas en que recrea literariamente Ramón Illán Bacca la vida del ser caribeño .

Esto reafirma lo dicho por  Otero (2003:32):

El Caribe colombiano es tema recurrente y espacio obligado en la narrativa de Illán Bacca. Desde su producción cuentista hasta su novelística, la obra de este escritor explora la realidad cultural del caribe colombiano; esta preocupación constituye una de las claves para la comprensión del mundo literario de esta autor. El capítulo De Deborah Kruel (1990) titulado: “ la apoteosis de Mari Puspan”,  recrea un acontecimiento que está arraigado en ese imaginario Caribe, donde la presencia de un avión es motivo de alarma y confusión entre los asistentes a un evento cultural. La vida privada y las costumbres son el centro del relato y sirven para conocer un lugar y una época que el novelista concibe como parte de la historia y que contribuyen  a construir una realidad cultural determinada por la diversidad.

Los meta relatos  políticos se combinan con  las narraciones de la vida diaria de diversos personajes como: Sócrates Bruno Manos Alas, el inspector,  Alí Baba, Savonarola (Disfrázate como Quieras), Deborah, Gunter, Sócrates Valdez (Deborah Cruel); Oreste, Bratislava, Augusto Azalli, Cerruti (Maracas en la opera); mujer Barbuda, el poeta mulato, Chipriota (La mujer barbuda).

También   espacios donde transcurre la cultura caribeña, tales como: Villa Bratislava, en balcón, el banco del tocador, el bar, la cocina, la tienda, prado mar como sitio predilecto para el baño de mar ,los juegos de póker, el teatro Mainero,  el circo de la mujer barbuda, el centro cívico, el hotel Alhambra, el carioca en Disfrázate como quieras(2002), el colegio Lourdes de Barranquilla, el Pestalozzi y el colegio barranquilla, las verbenas en particular la gigantona en Deborah Kruel(1990) donde bailó la salsa del montón, el carnaval de barranquilla y sus diversos micro espacios y el entorno de las casas, algunos descritos así:

Las butacas desbordaban de almohadones, cojines, almadraquejas, mollas y transpuntines que cada uno de los asistentes habían llevado en vista de la dureza de las butacas…, y en otro pasaje de Deborah Kruel (1990:38-39) describe:

Gunter aprovechó, cuando quedó solo, para dar un vistazo a la casa. Atisbó primero detrás de una puerta ancha de vitrales con motivos mitológicos estilizados; detrás de la puerta se abría un ancho salón, seguramente el antiguo comedor, pero que en ese instante no contenía mueble alguno, lo único que había, salvo los frisos, fustes, esquineras y capiteles, era algunas viejas litografías desteñidas colgadas en las paredes.

Cada uno de estos acontecimientos fueron interiorizados por el pueblo caribeño con una naturalidad alegre, bulliciosa e integradora, pero también zahareña e irreverente: “Ah, ciudad prócera e inmortal, cuya única tradición perdurable es la bullaranga”, por no decir, bullerengue, expresó Illán Banca en las Maracas en la opera (1999) para referirse a Cartagena. Es una bullaranga que termina con gran refinamiento espiritual ya que tiende puente de comunicación entre valses, bambucos, porros, boleros, mapalé, cumbia  con sus guacharacas, caña de millo, guasa , tambores, oboe tradicional con las clásicas de Chopin, Oreste Sindici  y su piano ,violín y arpa, oboe moderno.

Ramón Illán Bacca, es consciente del papel integrador y socializador de la música e interpreta lucidamente, los aportes del profesor    Muñoz (2016:84) al decir:

La música en la esfera de la historia cultural reivindica a los pueblos y a las prácticas populares de hacer música proponiendo la pluralidad social, diversidad, la multiculturalidad en la compleja trama de la vida.

Esa amalgama musical como hiato entre la guerra y la convivencia en una sociedad  jerarquizada y asimétrica, integró al menos para el caso de Barranquilla,  el tejido social caribeño,  ya que como dice Bacca (1999:22):

 En el público se destacaban por sus generosos abdómenes los notables del lugar vestidos de lino blanco y sombreros Panamá, acompañados de las chicas casaderas de los más bruñidos blasones de la elite local. Bajo las sombrillas de color violeta, portadas por sus chaperonas vestidas de estricto luto, ellas ostentaban sus blancuras de lirio, símbolo de diferencia con el resto de la población que lucía su gama de colores que iba desde el negro zulú de los estibadores, hasta el cobrizo palúdico de los músicos de la banda.

Esa jerarquización narrada por Illán Bacca,  sirvió como fuente de magia amorosa entre los europeos y las hermosas mujeres negras e indígenas que integraban el tejido social cartagenero y que tenían a Bratislava y Amadeo como auténticos exponentes en un hábitat como el de la villa de Bratislava. Narra brillantemente Ramón Illán Baca que  las historias de amor con finales operático y bullerengueros, se convirtieron en el factor poblacional del caribe colombiano e inspiraron su articulación geográfica que hasta el momento estaba representada por la presencia de nativos indígenas(Chimilas, Wayú, los Kagabass y su medina tradicional y esclavizados africanos(zulús, Etíopes con el príncipe Makonnen y su hija Taitú, el poeta descendiente de candelario obeso, descrito  en la mujer barbuda(2011).

Las hermosas mujeres negras de Getsemaní en Bratislava, la negra Eufemia y tal como lo dice en las maracas en la opera (1999:31):

otras familias, que no iban a desamparar a su hija, se desplazaron a una Barranquilla pujante y fenicia, que frente al aluvión de nuevos pobladores, no hacía demasiadas preguntas, o al menos eso creyeron con candor .

Con el tiempo, y fruto de los impactos de los acontecimientos, la policromía social se complejiza y desde los orientales representados por los chinos, japoneses, Turcos como Alí Babá propietario del hotel donde transcurren los  hechos trágicos que involucraron a Savonarola y Larissa, todos integran la Barranquilla y el Caribe cosmopolita.

La ruptura generada por estos grandes acontecimientos y acontecimientos cotidianos, narradas maravillosamente por Ramón Illán Baca, lo convierten en un importante arqueólogo de la realidad cultural caribeña, capaz de relatar lo permanente y lo transformable en el tiempo, a partir del significado de la macro historia y la micro historia , actuando como digno arquitecto de algunas  perspectivas historiográficas  como la llamada posestructuralista de Michel Foucault y sus concepciones de micro poder, episteme, discontinuidad y genealogía de los procesos semióticos.

El Caribe colombiano, con la letra de Ramón Illán Bacca , construye sus propias  perspectivas  de la nueva historia que muchos desde una orilla eurocentrista, se la endilgan a otras corrientes de pensamiento de la matriz cultural occidental y en particular la escuela de los annales con March Bloc y Lucien Febvre, quienes en 1929,  iluminaron la historia con conceptos como larga duración, el estudio de las mentalidades y la cotidianidad, la fundamentación de la historia desde abajo en liza con el positivismo,   pero perdiendo de vista la existencia de lecturas como las que representa la fecunda producción literaria, histórica y socio cultural del Caribe continental e insular latinoamericano y caribeño.

Con la pluma de este escritor samario, se hace comprensible todo un discurrir histórico de una sociedad que incrustada en el mar Caribe, configuró un ethos propio, diferenciado y compartido con el resto de la nación colombiana y el mundo,  en el que confluyen múltiples epistemes encarnados en la lógica propia de los diversos pueblos indígenas, afrocaribeños, campesinos, pescadores, mujeres amas de casa, artistas, deportistas  y voces gemelas como la de los hermanos Zapata Olivella, Jorge Artel, Gil Gavalo Meléndez, Pedro Blas, Antonio Prada Fortul, Meira Del mar, Enrique Muñoz, Juan Gutiérrez Magallanes, Ereidis Navarro, Tatiana Pérez, Regina Miranda, María Mercedes González, Uriel Cassiani, Ela Cuavas,   Bernardino Pérez, Dolcey Romero, Harold Ballestero,  Lázaro Valdelamar, Jorge Valdelamar, Orlando Fals Borda, Alfonso Munera,  Sebastián Salgado Casseres, Rómulo Bustos, Jorge Nieves, Sergio Paolo Solano, García Márquez, Cepeda Zamudio, Roberto Burgos, Gustavo Tatis, Jorge García Usta, Roberto Montes Mathius, David Sánchez Juliao y otros , cuyos trabajos testimonian perennemente la existencia de un Caribe que se mueve entre las diferencias y la desesperanza, tal como lo recoge el título de la conferencia dictada por Hernández(2007) , preparatoria de los trabajos tendientes a formular el plan de desarrollo de las comunidades afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras.

Este grupo selecto de intelectuales, tienen el compromiso de seguir iluminando con su ideario, la construcción real de una región arraigada en su mundo cultural y el fervor democrático que caracteriza su tejido social. Para estos propósitos, tienen que romper su indiferencia con el proyecto político de región que instituye legalmente su condición inicialmente de unidad de planeación y seguidamente como entidad territorial. En ese sentido, el imperativo moral es  impregnarla de un sentir de democracia desde abajo,  como soporte de un querer auténticamente humano, plural y diverso en el devenir histórico de la región.

En síntesis conclusiva, Ramón Illán Bacca, enriquece el corpus teórico identitario del Caribe, contribuyendo a su comprensión e interpretación como realidad compleja que integra en un solo haz, lo espiritual, material, institucional y  axiológico, construido en un largo devenir histórico,  reafirmando de esta manera, las tesis esbozada por Hernández(2014, 2019) en  trabajos como  Movimiento social, identidad y sujetos de poder; Movimiento social afrocolombiano, negro, raizal y palenquero como opción política para el fortalecimiento de la democracia,  en donde teniendo presente  la amplia producción historiografía de la región  y el camino trazado por el legado literario del profesor Illán Bacca ,  analiza integralmente el mundo cultural afrocaribeño, como uno de los bastiones sostenible de esa realidad multidimensional consignada por la mente de este digno exponente de la intelectualidad caribeña.

 

REFERENCIAS

Bacca, R. (2011). La mujer barbuda. Bogotá, Editorial planeta

————- (2002). Disfrázate como quieras. Bogotá. Editorial planeta

————– (1999). Maracas en la opera. Bogotá. Editorial planeta

————— (1990).Deborah Kruel. Bogotá. Editorial planeta.

Grinberg, V. (2000). La novela histórica de finales de siglo XX y las nuevas corrientes historiográficas. Recuperado de: http://wvw.nacion.com/ancora/2001/marzo/11/historia2.html.

Hernández, R.(2007). El Caribe colombiano: Entre las diferencias y la esperanza. Conferencia dictada en los talleres preparatorios del plan integral de desarrollo a largo  para la población afrocolombiana, negra, raizal y palenqueros (2006-2019). Bogotá. DNP.

—————— (2014). Movimientos sociales, identidad y sujetos de poder. Cartagena. Instituto Manuel Zapata Olivella.

—————– (2019). Movimiento social afrocolombiano, negro, raizal y palenquero como opción política para el fortalecimiento de la democracia. Cartagena. Inédito.

Mignolo, W. (2003a). Historias locales / diseños globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. Madrid: Ediciones Akal

Muñoz. E. (2016). “Ruido de tambores es lamento de los negros”. Cartagena. Revista Tumbutú. No 5. Marialabaja. Instituto Manuel Zapata Olivella.

Otero, G.(2003). Elementos de la nueva novela histórica en Deborah Kruel, de Ramón Illán Baca. Tesis de grado para optar el título profesional en Lingüística y Literatura. Universidad de Cartagena. Facultad de Ciencias Humanas. Programa de Lingüística y literatura. Cartagena de Indias.

 

[1]. Historiador. Magister en Filosofía Latinoamericana. Doctorado en Ciencias sociales. Docente invitado Maestría en Conflicto Social y Paz-Universidad de Cartagena. Docente Maestría en Educación Intercultural UNAD. Director del Instituto Manuel Zapata Olivella. Integrante del Proceso de Comunidades Negras de Colombia y de la Red de Investigadores Afrodescendientes de las Américas y el Caribe.

[2] Otero, G. (2003: 14-16) concibe la intertextualidad como todo texto fruto de la transformación y absorción de otros y se caracteriza por lo dialógico, lo carnavalesco, lo paródico y la heteroglosia (diversidad del lenguaje, multiplicidad de discursos).

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